1. Si eres líder ten cuidado en ofrecerte en carne y vida. Pues cuando te apartes de los tuyos ellos no sabrán olvidarte, sino que aborrecerán tu nombre ante el mundo.



2. La fuerza que poseemos en la vida descansa en los buenos valores a los que somos leales.



3. En el momento no atesores el éxito por sí mismo, sino las oportunidades que en ese breve tiempo se presentarán para no volver a ti.




4. El espejo nítido ofrece demasiados detalles para quien en él se ve. Es por ello el peligro de la soledad.




5. La felicidad no es tan solo el mero disfrute de la vida y sus placeres, pues su naturaleza es aún más profunda. La frenética búsqueda de la dicha con el objetivo de suplir el dolor no nos llevará ciertamente a ella, sino a la liviandad de la desidia. Pues la naturaleza de la felicidad es la paz del equilibrio entre la persona y el mundo, y este equilibrio conlleva a ofrecerse a quienes nos quieren y a nuestros semejantes que son la comunidad en la que estamos.
Para quienes intenten encaminarse ciegamente en el camino de la felicidad sin atener a su realidad, les quepará la frivolidad de los cerdos hedonistas.

6. El alcohol es un fino arte que suple pasajeros vacíos. Si es dominado llevará a pequeños deleites. Si es liberado conducirá al dolor y perdiciones de diversa índole. Si es ignorado, aún mejor.





7. La imagen es la razón de los ojos, y éstos no poseen discernimiento propio. La cordura es la razón de la mente que percibe al mundo, no por sí misma, sino precisando de los ojos. Así tal vez en la locura, no en la razón, se halle la llave para observar el mundo mas allá de los sentidos.

8. El crecimiento de la persona es ligeramente comparado con cierto camino de superación. Lo cierto es que los maestros que enseñan esto se basan en que el "yo" debe postergar todo aquello que perjudique a la persona, y el centro del universo pasa a ser un sediento ego. La conquista individual se realiza así a cualquier precio y la paz arrancada por ello es la voluntaria ignorancia sin atener a observar nada que no convenga al placer del "yo".
He aquí la maldad de la postmodernidad.

9. Si del dolor huyes evitando el tiempo, cuando pretendas aprovecharlo éste te evitará a ti.