Será un momento cuando las estrellas de tus noches,
ya no sean azules.
Así las cartas de cielo que labras cuidadosamente,
en tu piel se quiebren.
Entonces despertarás dentro el lánguido sabor,
de silencios que sienten.
Y de mis reflejos contemplarás el áspero interior,
de pensamientos hirientes.
El naciente jardín de todas las almas que aspiran,
las soledades florecientes.
Será dentro de un instante carente de tiempo,
el espacio de este amor inasible.
Porque eres tú quien alimentas y das vida con tu hermosura,
a mis sutiles memorias la dulzura.